Piensa.

¿Sabes? Hacía mucho que no teníamos una tarde así. Lo echaba de menos. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto contigo. Tal vez, incluso lo necesitaba.
No sé si te habrás dado cuenta. Pero las cosas no van muy bien entre tú y yo desde hace 3 meses. Tranquila, no es tu culpa que no lo notes, tal vez sea que yo no ando bien de la azotea y veo mal dónde no hay.
Ha habido una temporada que te he notado bastante distante, si había más gente de por medio te olvidabas de mí y hubo un día que te volviste muy egoísta. Sí, recuerdo bien ese día. Seguramente tú lo nieges, y te lo vuelvo a decir: tal vez sea una paranoia mía y punto.
Si te enteras de esto, no quiero que me llames o vengas corriendo a ametrallarme con preguntas de por qué he escrito esto. Sólo quiero que te sientes y pienses en tu comportamiento hacia mí en estos últimos días. Que recuerdes más o menos lo que me dijiste en alguna ocasión que me haya podido herir de verdad o que analices tu comportamiento que me ha dejado alguna vez excluída.
No hables, piensa.